afrol News, 28 de Agosto de 2008 – El ex señor de la guerra, Prince Johnson, admitió el pasado martes que se había entrenado en Libia y ayudado a derrocar al gobierno de Burkina Faso, antes de hacer lo propio con el presidente de Liberia.
A principios de año, Johnson se negó a comparecer ante la comisión de verdad y reconciliación del país, declarando que ya se había disculpado al antiguo presidente liberiano, Samuel Doe, quien murió bajo su custodia en 1990.
Su testimonio del pasado martes ante una sala repleta marcó otro punto de inflexión en la lucha de Liberia para hacer que los actores de los brutales 14 años de guerra civil se enfrenten a los horrores que cometieron.
Aunque ahora es un senador, Johnson es considerado por muchos como un “señor de la guerra con traje”. Es más conocido por su brutal tortura del difunto ex presidente Doe.
Johnson habría dirigido el asalto, tomando a Doe como rehén antes de gravarse a sí mismo en una cinta de video bebiendo cerveza Budweiser mientras ordenaba a sus hombres que cortaran las orejas del ex presidente.
La cinta de video habría sido copiada y vendida en la calle. Los hombres de Johnson habrían celebrado la acción paseando el cuerpo de Doe en una carretilla.
Pero desde que Liberia puso fin a su guerra civil en 2003 y Johnson, junto con otros hombres de la guerra, se reinventó como senador, ha venido intentando distanciarse de la muerte del ex presidente.
Ayer declaró a la comisión de la verdad que aunque fueron sus fuerzas las que capturaron a Doe, otros son responsables por su muerte.
Según él, mucho antes de dirigir el derrocamiento del 9 de septiembre de 1990, un gobierno interino se había formado en el exilio. Su objetivo era derrocar al presidente, quien se había vuelto muy impopular por favorecer a miembros de su grupo étnico y permitir a las fuerzas del gobierno asesinar brutalmente a sus rivales.
“Se reunieron en el exilio y formaron un gobierno interino para reemplazar al gobierno de Doe cuando el presidente ocupaba aún el cargo, yo sólo fui un instrumento que ellos usaron”, comentó Johnson.
“Todos estábamos involucrados en el asunto de Samuel Doe. Todos queríamos el cambio”.
Para derrocar al presidente, Johnson confesó, él y otros liberianos en el exilio se pusieron en contacto con Blaise Compaore, jefe del ejército de Burkina Faso y amigo de confianza del presidente de ese país, Thomas Sankara.
Compaore habría ayudado a Johnson y al señor de la guerra Charles Taylor a ir a Libia para entrenarse en tácticas de guerrilla.
En su testimonio no dijo cómo o por qué ayudó a derrocar a Sankara. Pero en su autobiografía de 2003, Johnson explica que cuando Sankara descubrió el intento golpista, se negó a que su país fuera usado para desestabilizar a Liberia. Por lo que Taylor conspiró con Compaore para asesinar al presidente, según escribió Johnson.
La muerte en 1987 de Sankara, considerado por muchos como una de las esperanzas de África, fue un duro revés para la región.
En su comparecencia Johnson reveló que Doe fue primero enterrado en una playa y posteriormente exhumado e incinerado.
“Doe fue incinerado y tirado al río, así que es mejor no abrir heridas”.
Aunque Libia celebró elecciones transparentes en 2005, el país está luchando para volver a recomponerse.
Con la excepción de Taylor, actualmente juzgado en La Haya por crímenes de guerra cometidos en la vecina Sierra Leona, ninguno de los otros actores clave en el conflicto de Liberia está siendo procesado actualmente.
En un esfuerzo para cerrar las heridas del pasado, El nuevo gobierno de Liberia creó la comisión de la verdad, donde se pide a las víctimas y a los perpetradores que rememoren el pasado.
Por staff writer